El neolítico, primeros agricultores

A partir del quinto milenio a.n.e. empezamos a encontrarnos con las primeras evidencias materiales del Neolítico, culturas portadoras de un cambio substancial en la vida y la actividad de las comunidades humanas: la domesticación de plantas y animales, es decir, la aparición de la agricultura y la ganadería.

Todos estos cambios, fundamentales en la historia del hombre y su relación con el medio natural, se habían originado hacia el VIII milenio a.n.e. en el área del Próximo Oriente desde donde llegarán al litoral mediterráneo peninsular, siguiendo un movimiento paulatino hacia poniente.

Estas transformaciones se acompañarán de importantes avances tecnológicos tales como la aparición de la cerámica y el pulido de la piedra. De este momento son los numerosos restos hallados en la Cova del Montgó, con abundantes cerámicas hechas a mano, algunas de ellas decoradas con impresiones y otras técnicas, hachas y azuelas de piedra pulida y otros instrumentos de trabajo o de adorno que indican la trascendencia de los cambios. También son neolíticos los escasos materiales recuperados en la Cova de la Mina.