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Xàbia limitará el número de bañistas en sus playas a partir de julio para asegurar la distancia social recomendada

17 jun 2020 El municipio seguirá regulando con barreras el acceso en coche al Portitxol y Granadella, que este año no tendrá transporte público

El Ayuntamiento de Xàbia está elaborando los protocolos de contingencia específicos para las playas ante la amenaza de la COVID-19 y que, por primera vez, comportarán el establecimiento de cupos máximos en playas y calas para garantizar que se guarden las distancias recomendadas por las autoridades sanitarias.

El concejal responsable, Toni Miragall, ha avanzado cuales son los números que inicialmente se han establecido en las principales zonas de baño teniendo en cuenta sus dimensiones y que cada persona tenga un espacio de unos 4 metros cuadrados. Así, en el Arenal se ha establecido un máximo de 2.000 usuarios, 225 en La Grava, 200 en la Granadella y 150 en la Barraca o Portitxol.

El Ayuntamiento ha descartado establecer un sistema de reserva previa por lo que la ocupación será en base a la hora de llegada y estará controlada por los vigilantes de seguridad que contratará el Consistorio y los informadores que pondrá a disposición la conselleria a través de la Agencia de Seguridad y Respuesta a las Emergencias.

En la Grava y el Arenal se marcarán entradas y salidas por las que accederán los bañistas y en el caso del Arenal sí se permitirá actividades lúdicas como jugar al vóley siempre que el grado de ocupación no sea máximo.

Mientras, en el Portitxol y la Grandella se repetirá el sistema de control de vehículos con una barrera que se bajará cuando el aforo esté completo. En este sentido, también se coordinará un sistema con los locales hosteleros a pie de playa para que puedan pasar sus clientes si quedan áreas de aparcamiento y aunque la playa esté ya llena.

Otra de las consecuencias de la obligatoria reducción del número de bañistas es que este año no se ofrecerá servicio de transporte público (trenet) a la Granadella, ya que la bolsa de aparcamiento disponible es suficiente para el aforo fijado.

Miragall ha apuntado que el número de bañistas no es algo fijo, sino que puede variar una vez se visualice cómo queda la ocupación en la playa o si cambian las directrices que marcan las autoridades sanitarias.

El regidor ha valorado como tranquilo y sin incidencias el inicio de temporada de playas desde que empezó la fase 2 del proceso de desescalada. “Por el momento, la afluencia es baja y se están respetando las distancias sin necesidad de intervenir” ha señalado el concejal, quien ha querido agradecer la labor pedagógica que han estado realizando los voluntarios de Cruz Roja en los primeros días de servicio de vigilancia en playas.

Miragall también ha indicado que estos días se están instalando la señalización con el decálogo de buenos usos en las playas y algunos de los servicios de playa como los lavapiés.