En Xàbia, el uso del espacio público empezó a regularse desde 1953 y desde entonces, las ordenanzas han ido constantemente adaptándose a nuevos usos como la venta ambulante, la necesidad de limpieza viaria, la tenencia de animales domésticos, la ocupación hostelera o el tráfico. Siguiendo esta necesidad de modernización y siendo conscientes de que hay nuevas conductas que afectan al colectivo de los vecinos y aún no están reglamentadas, la concejalía de Seguridad Ciudadana quiere acabar con el vacío legal que rodea determinadas situaciones que provocan molestias generalizadas entre la ciudadanía y ante las que la administración no tiene una guía clara de actuación o potestad sancionadora. El departamento que dirige el edil Juan Ortolá está trabajando desde hace meses junto a la jefatura de la Policía Local y la Diputación en la confección de una nueva ordenanza de “Seguridad y convivencia ciudadana”, un documento que ahora se ha convertido en “borrador” y que, por tanto, está abierto a las aportaciones constructivas de todos los grupos políticos. Con este reglamento se intenta regular unas medidas que promocionen la buena convivencia y el civismo, identificar cuáles aquellas acciones que perturban o deterioran la convivencia ciudadana y fijar sanciones adecuadas. Entre las actividades que se pretende regular con la ordenanza está la realización de grafitis, la mendicidad “intrusiva o agresiva” y organizada (limpieza de parabrisas, gorrillas aparcacoches u ofrecimiento de objetos), la prostitución en los espacios públicos o la exposición en vías públicas de vehículos como reclamo para ventas. En cuanto a la venta ambulante, además de la multa para el vendedor, se incluye también una sanción para los compradores. Otro asunto que se restringe es el “botellón”, ya que se pasa a sancionar la conducta en sí: estar de madrugada en espacios públicos, en grupo y con un coche, generando molestias a la vecindad, independientemente de que lo que se consuma sea alcohol. En cuanto a la tenencia y control de animales, se ha preparado un listado de normas y un amplio régimen sancionador tanto para los que no recogen las deposiciones de sus perros como los que los abandonan o los llevan sueltos. En materia de playas, además de las normas básicas dirigidas a su limpieza y mantenimiento (se incorpora el veto a las barbacoas), se añade también la de prohibición del baño cuando esté izada la bandera roja o lo requiera la Policía o el personal de salvamento. La ordenanza aclara que en el caso de que las conductas infractoras sean llevadas a cabo por menores de edad, serán sus padres o tutores quienes respondan. En cuanto al régimen sancionador, se propone que sea el organismo de cobro SUMA quien se encargue de la gestión de las multas y además se incorpora como novedad que el Ayuntamiento, independientemente de la imposición de sanciones, podrá exigir la reparación del daño causado. El concejal de Seguridad, Juan Ortolá, tiene previsto presentar este borrador de ordenanza a una próxima comisión de hacienda para que el resto de grupos políticos la puedan estudiar y hacer sus aportaciones.