La Biblioteca Pública de Xàbia ha comenzado este año un presupuesto específico para comprar novedades bibliográficas con las que nutrir su sección internacional, que incluye fondos en idiomas holandés, inglés, alemán y francés. Se han adquirido lotes de libros en las cuatro lenguas y a lo largo del año está previsto incorporar más novedades.

Actualmente, el fondo bibliográfico de cada lengua llega a 2.000 libros (que se están catalogando con la misma base de datos y con los tejuelos que se utilizan en la Biblioteca) sobre todo novelas de escritores recientes y algunos de materia, que provienen su mayoría de donaciones.

Para el préstamo y consulta de libros (que se gestiona con el mismo carné de la Biblioteca) cada nacionalidad tiene establecido un día y cuenta con unas voluntarias que ayudan con la catalogación, la información y el préstamo. Los ingleses están martes por la mañana (de 10 a 12 horas), los franceses los miércoles (de 10 a 12 y de 16:30 a 18:30 horas), los holandeses los jueves de 10 a 12 horas y los alemanes, los viernes por la mañana, de 10 a 12 horas.

Además de ser un servicio cultural para los residentes extranjeros, también es una opción a tener en cuenta por personas que estén estudiando idiomas y quieran mejorar practicando la lectura.

La sección internacional de la Biblioteca de Xàbia está en activo desde 2004, cuando el Ayuntamiento firmó un convenio de colaboración con un grupo de residentes –que se comprometían a facilitar libres a cambio de que la Biblioteca les cediera un espacio para ponerlos y hacer el préstamo-.

Sus fundadores fueron Cornelis Romeijn y Jan Carel Van Den Burg, quienes cedieron e inventariaron los primeros lotes en unos inicios en los que ocuparon un espacio reducido situado en el sótano de la Biblioteca. Después se trasladaron a la segunda planta, donde sigue su sede. En la actualidad, ocupan un espacio compartido, dividido en cuatro apartados de iguales dimensiones, organizados por lengua. Se ha aumentado el número de estanterías, llegando a 12 para cada nacionalidad.

Hasta antes de la pandemia, la Sección Internacional utilizaba una parada del mercado vacía para liberar los libros que no querían; podía cogerlos cualquiera a cambio de una donación en metálico y el dinero recaudado se destinaban a la compra de novedades bibliográficas.

Desde la Biblioteca y las concejalías de Cultura y Atención Al Residente quieren agradecer a las personas que a lo largo de 18 años han estado manteniendo este servicio, y sobre todo a las que lo continúan hoy en día: a Dominique, de la sección francesa, a Brigitte y Doris de la sección alemana, a Jolande, de la sección holandesa y a Alma, de la sección inglesa. También agradecer especialmente a Milagros Uriarte que está ayudando en la tarea de catalogación de los libros.