Xàbia ha generado 8.382 toneladas de basura en los siete primeros meses de año, una cifra que supone un incremento del 10% respecto al año pasado. También ha subido el reciclaje: desde el 41% en papel cartón al 21% en vidrio o el 7’5 % en envases y plásticos. Y ha crecido exponencialmente la recogida de enseres a domicilio con la gestión de hasta 1.600 toneladas de enero a julio, prácticamente la misma cantidad que todo el 2021.

Son las primeras cifras de la nueva empresa que gestiona el servicio de limpieza viaria y recogida de residuos, un contrato todavía en fase de implantación del que hoy ha dado cuenta la concejalía de Servicios en una reunión informativa con todos los grupos municipales.

La edil Kika Mata ha señalado que a día de hoy los cambios están implantados en un 75%. Un proceso complejo en el que es el servicio de mayor magnitud del municipio y que ha implicado la sustitución de contenedores, maquinaria y los camiones recolectores en tiempos de dificultades en obtener suministros y la formación de todo el personal en una plantilla que alcanza los 100 trabajadores.

Además, la fase de este proceso que sirve para tantear y realizar los ajustes necesarios ha coincidido con los meses de verano, una época en la que se multiplican las necesidades y problemas del día a día por la gran ocupación turística.

Aun así, Mata ha valorado muy positivamente las mejoras percibidas en limpieza viaria (ahora se baldea a diario las calles con agua a presión y jabones), las maquinas son eléctricas, más silenciosas y tienen funcionalidades complementarias como la de cortar malas hierbas y en la limpieza en el litoral con la renovación de las cribadoras y la incorporación de una embarcación para puntos de difícil acceso.

En cuanto a la gestión de los residuos, cada día se vacían en la planta de Campello los 1.000 contenedores distribuidos por todo el término municipal. Y se ha implantado un servicio “de repaso” que pasa varias veces por las baterías a depositar en los contenedores las bolsas que los usuarios dejan fuera o avisan de la existencia de vertidos o enseres. También hay una máquina específica de lavacontenedores que refuerza la higienización que ya se hacía con agua a presión.

En cuanto a los puntos verdes, espacios que arrastraban muchos problemas de vertidos, ya se ha cercado 8 e instalado cámaras de vigilancia. A lo largo de los próximos meses se reorganizarán todos y se gestionará el control de acceso y uso con tarjetas para los residentes de cada zona. Esta medida junto al aumento de vigilancia y las visitas estratégicas del ecoparque móvil a los más conflictivos ha conseguido mejorar considerablemente la imagen –especialmente en el último mes- ha valorado la edil.

También se ha ampliado el horario del ecoparque (ahora también abre los sábados por la tarde) y se están estudiando soluciones para las quejas detectadas.

Una de las más recurrentes es la falta de accionadores para abrir los contenedores sin necesidad de tocarlos. En este sentido, la edil ha avanzado que se van a instalar pedales en algunos de los contenedores de las zonas urbanas para evaluar su aceptación social y resultado técnico.

Otro cambio que ya se está implantando es la instalación de unos fijadores en el suelo para que los contenedores queden siempre a una distancia accesible y óptima para su uso.

Respecto a lo que queda pendiente, la edil ha apuntado que terminar de reorganizar y vallar todos los puntos verdes, la construcción de una nave para cobijar todo el equipamiento del servicio e implantar el quinto contenedor para el orgánico.

Para finalizar, Mata ha destacado que el sector de los residuos vive un cambio integral y que la población ha de interiorizar que es necesaria su implicación. Es por ello que ya se destina el 2% del presupuesto anual a acciones de concienciación y educación. En este sentido, ha puesto en valor el gran trabajo que está realizando el equipo de educadoras ambientales con urbanizaciones, asociaciones y escolares.

La regidora también ha avanzado que se está trabajando en un cambio de la ordenanza municipal que endurezca las sanciones para los que no respetan el esfuerzo colectivo y siguen vertiendo en áreas no permitidas.